miércoles, 9 de febrero de 2011

Posibles fraudes con tarjetas de crédito

(No son casos comprobados ni me han ocurrido a mí. Simplemente me llegaron a través de correo electrónico y, como son factibles, lo pego aquí para que todos andemos más atentos con nuestras tarjetas).

CASO PRIMERO

Un amigo fue al gimnasio y dejó todas sus pertenencias dentro de su casillero. Después del entrenamiento y una ducha, él salió y vio el candado de su casillero abierto y pensó, 'que curioso, yo pensé que lo había cerrado'.

Se vistió y simplemente reviso la cartera para asegurarse que todos estaban en orden. Todo parecía bien, todas las tarjetas estaban en su lugar y no faltaba dinero.

Después de unas semanas, cuando recibió el estado de cuenta de una de sus tarjetas de crédito, venían cargos por ¡2.400 €UROS!

Llamó al teléfono de aclaraciones del banco y empezó a reclamarles que el no había realizado las transacciones. El personal del banco verificó que no había ningún Error en el sistema y le preguntó algunos datos de su tarjeta.

Pero entonces, cuando el revisó su tarjeta comprendió todo: esa no era su tarjeta, en su lugar, encontró una tarjeta de crédito ya expirada del mismo banco.

Un ladrón irrumpió en su casillero en el gimnasio y cambió las tarjetas. El banco emisor de la tarjeta de crédito dijo que al no haber denunciado el robo, no se podía hacer nada, ya que las compras se habían hecho hacía bastante tiempo y él tendría que pagar esa cantidad.

¿Por qué el banco no hizo alguna llamada o verifico al tener esos consumos tan grandes?

Porque se hicieron bastantes compras pero de cantidades pequeñas y eso raramente llama la atención de las compañías o tiendas que reciben las tarjetas y, al sumarse los consumos, resultó esa cantidad.

¡Tuvo que pagar por algo que no recibió!


CASO SEGUNDO

Un hombre en un restaurante pagó por su comida con su tarjeta del crédito.

Le entregaron el recibo y él lo firmó, la camarera dobló el recibo y puso la tarjeta de crédito dentro de él.

Normalmente, él lo tomaría simplemente y lo pondría en su cartera o bolsillo. Sin embargo, echó una mirada sin querer y descubrió que era una tarjeta del mismo banco pero de otra persona, ya expirada.

Llamó a la camarera y parecía nerviosa.

Ella tomó la tarjeta, se disculpó y fue rápido hacia el cajero bajo la mirada atenta del hombre. Todo lo que la camarera hizo al llegar con el cajero, fue entregarle la tarjeta expirada y el cajero, sin ninguna palabra de por medio, la tomó, la dejó bajo el mostrador y le entregó la tarjeta original del cliente.

¡Ningún intercambio de palabras, nada! Ella la tomó y regresó al hombre sólo con una disculpa.

Asegúrese siempre que la tarjeta que pone en su cartera es suya.

Revise, siempre que firme por algo, que la tarjeta que le devuelven es la  suya, aún cuando haya estado lejos de usted por un corto tiempo. Muchas personas apenas reciben la tarjeta de regreso y la guardan asumiendo que es la suya.

¡POR SU PROPIO BIEN, DESARROLLE EL HÁBITO DE VERIFICAR SU TARJETA DE CRÉDITO CADA VEZ QUE LE HA SIDO DEVUELTA DESPUÉS DE UNA TRANSACCIÓN!


CASO TERCERO

Ayer entré en una pizzería para recoger un pedido que había hecho por teléfono. Pagué usando mi tarjeta de débito de Visa, que claro, carga directamente a mi cuenta corriente. El joven detrás del mostrador tomó mi tarjeta, la deslizó por el aparato y la puso bajo el mostrador mientras esperaba la respuesta de aprobación, que es el procedimiento normal.

Mientras tanto, tomó su teléfono celular y comenzó a marcar. Noté que su teléfono era del mismo modelo que el que yo tengo, pero nada parecía fuera de lo normal. Entonces, escuche el 'clic' que se escucha en mi teléfono al tomar una foto.

Él me devolvió entonces mi tarjeta, pero mantuvo el teléfono en su mano y continuó apretando los botones.

Entretanto, yo me quede pensando y preguntándome a que le había sacado una foto.

Discretamente miré bajo el mostrador y no había nada. Me di cuenta que lo único que estuvo en ese lugar fue mi tarjeta de crédito y puse atención a lo que él seguía haciendo.

Puso su teléfono en el mostrador e inmediatamente después, se escuchó el sonido que indica que el mensaje multimedia ha sido enviado.

Ahora lo vi más claro: estoy seguro que este muchacho sacó una foto de mi tarjeta de crédito y se la envió a alguien.

Inmediatamente cancelé esa tarjeta al salir de la pizzería.

Días después, me llamaron del banco para decirme que alguien estaba tratando de hacer transacciones vía Internet con mi cuenta.

¿Que hubiera pasado si yo no tuviera un teléfono igual al suyo? Nunca me habría dado cuenta de lo que hizo.

CONCLUSIÓN

Siempre que usted use sus tarjetas, tome precauciones y no sea descuidado: estas son sólo algunas de las formas de hacer fraude con tarjetas de crédito.

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