jueves, 3 de enero de 2013

¿Cómo ganar 25.000 dólares al mes?

He puesto este título tan llamativo a esta entrada para atraer tu atención, es verdad. Pero verás que no es falso para nada. Todo lo contrario.

Como decía en mi entrada anterior, es sospechoso ver tantos elogios a los productos -generalmente electrodomésticos- en páginas como Ciao. Yo no entendía cómo podía ser que la gente no se quejara más de los productos que compra, ya que a mí no deja de ocurrirme, incluso con artículos de marcas supuestamente 'buenas'. Los electrodomésticos vienen con fallos elementales de diseño y/o calidad. En próximas entradas resumiré algunos que he encontrado en mis últimas adquisiciones.

Pero, en fin, ya he averiguado la respuesta. Esta noticia nos da la clave de cómo funciona esto. En vez de tratarse de páginas que orienten al consumidor sobre la compra y presionen a las empresas a mejorar sus productos para no ver críticas negativas, estas páginas sirven para tapar la ineptitud de los fabricantes, que parecen incapaces de hacer artículos mejores cada día, aprendiendo de su experiencia, y sirven también para animar al consumo, porque la gente -ignorante del truco- se lanza alegremente a la compra de cualquier artículo al que le han echado el ojo después de comprobar que en internet existen unas críticas estupendas de ese artículo (sin reparar que el 80% de las críticas son elogiosas PARA TODOS LOS ARTÍCULOS).

En resumen, y a riesgo de adelantar la noticia, LAS EMPRESAS PAGAN POR OBTENER BUENAS CRÍTICAS. Y para eso hay una legión de personas dispuestas a hacerles el trabajo sucio. Personas que no dudan en crearse diversos perfiles en internet para ampliar el número de sus críticas y ganar así más dinero. No entro en la calificación moral de tales personas, pero no hay que olvidar que su trabajo es simple y llanamente MENTIR Y ENGAÑAR. Probablemente caería dentro del delito de estafa o muy próximo. Me parece que la prostitución es una actividad mucho más honrosa que lo que hacen estas personas.

Y una moraleja: mucho ojo con lo que leemos en internet, no sólo para la compra de productos. He visto muchos videos en Youtube que dan falsa información sobre cómo arreglar cosas, cómo obtener más provecho de un aparato (que conduce a la destrucción del aparato), como hacer ciertos negocios, etc. Y también nos llegan propuestas engañosas por correo electrónico. Así que la primera regla para navegar por internet es: DESCONFÍA POR SISTEMA. Dale muchas vueltas a la información que recibes para ver si es consistente (yo he detectado muchos falsos avisos de peligros, de gente o animales necesitados, de negocios boyantes, etc. simplemente releyendo el email y pensando un poco sobre los extremos que menciona. A poco que se aplique la lógica, se da uno cuenta de que hay contradicciones que apuntan a la falsedad de las conclusiones, aunque generalmente se mezclan informaciones verdaderas con otras falsas).

A mí esta noticia me ha abierto los ojos. Espero que a vosotros, pacientes lectores, también.

Paso a copiar y pegar la noticia, porque antes o después desaparecerá, ya que es la política de Yahoo.

Fuente: http://es.finance.yahoo.com/blogs/fineconomiaparatodoses/hombre-ganaba-25-000-euros-mes-escribiendo-falsas-153154402.html

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El hombre que ganaba 25.000 euros al mes escribiendo falsas críticas de libros


Todd Rutherford tenía únicamente siete años cuando descubrió la ley de la oferta y la demanda. Estaba con un grupo de amigos cuando uno de los mayores compró un ejemplar de la revista Playboy. El pequeño Todd observó atónito cómo todos los chicos se arremolinaban en torno a la publicación para ver a las chicas en paños menores. En ese momento se encendió una bombilla en el interior de su cabeza. Tenía una idea.

Se acercó al kiosko y con cinco dólares compró otro ejemplar de Playboy. Recortó las imágenes de las mujeres semidesnudas y se las empezó a vender a los chavales de su barrio a dólar la foto. Antes de que su padre le cerrara el negocio con un doloroso tirón de orejas un par de horas después, había conseguido recaudar 20 dólares, cuatro veces más de lo que le había costado la revista.

Varias décadas después, Todd Rutherford volvió a ver una oportunidad de ganar dinero fácil. Tras años trabajando en una agencia de marketing dedicada a promocionar libros autoeditados, se dio cuenta de que perseguir a los periodistas para que publicaran la crítica del libro de alguno de sus clientes no era efectivo, así que aprovechando el anonimato que ofrece Internet, decidió hacer él mismo el trabajo. Escribiría exactamente lo que el cliente quisiera, que su libro era magnífico, y cobraría un buen pellizco por ello.

Así nació la web GettingBookReviews.com. Al principio cobraba unos 75 euros por sus benevolentes análisis. Sin embargo, algunos clientes no se conformaban con una opinión y le pidieron que escribiera varias con distintos nombres en tiendas online, sobre todo Amazon.com. Rutherford empezó a ofrecer paquetes de críticas para impulsar libros semidesconocidos: 20 post por 400 euros dólares, 50 por 800.

Su iniciativa fue todo un éxito y antes de siquiera darse cuenta estaba facturando más de 25.000 euros mensuales escribiendo falsas críticas positivas sobre libros de autores desconocidos que ni siquiera había leído. "Únicamente señalaba las cosas positivas, obviando las negativas", ha explicado Rutherford en una entrevista al diario 'The New York Times', en la que puntualiza que sus críticas eran "revisiones de marketing, no opiniones editoriales".

El principio del fin

Cuando mejor iba el negocio, llegó el ocaso. Una clienta descontenta utilizo Internet, la misma arma que el falso crítico había empleado previamente para montar su rentable negocio, para advertir del fraude. Poco después Google borró la publicidad de GettingBookReviews.com y Amazon.com vetó cualquier cosa que tuviera que ver con Rutherford.

A pesar de terminar con un nuevo tirón de orejas, el negocio volvió a ser rentable, como cuando de niño vendió fotos pornográficas a sus amigos. En poco más de seis meses su empresa escribió 4.531 falsas opiniones, por las que facturó cerca de 400.000 euros. 

Quizá por eso ahora desde su casa en Bixby, Oklahoma (EEUU), trata de aprovechar su tirón en las redes sociales para cobrar por escribir mensajes favorables sobre publicaciones en Twitter o Facebook.

Un negocio al alza

Según el profesor de la Universidad de Illinois, Bing Liu, aproximadamente una de cada tres críticas que se publican en Internet sobre cualquier producto o servicio son fraudulentas. Liu, experto en análisis de datos, ha confirmado por ejemplo que aproximadamente el 60% de las valoraciones en Amazon llevan una calificación de cinco estrellas, a lo que hay que sumarle un 20% más con cuatro estrellas.

De su trabajo se extrae que las valoraciones que aparecen en el Red no son fiables, aunque sí un gran negocio para algunos: los cálculos apuntan que hasta 2015 se publicarán más de 600.000 libros autoeditados lo que, a un precio entre 15 y 80 euros por opinión, supone un millonario mercado de varios millones de euros.

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