jueves, 27 de febrero de 2014

10 fraudes habituales en la comida

10 fraudes habituales al consumidor


En el mundo de la gastronomía, no siempre es oro todo lo que reluce. Intencionados o no, hay una serie de fraudes al consumidor que se repiten de manera recurrente. Conviene estar atento al etiquetado y no fiarse a pies juntillas de lo que nos digan. Estos son algunos de los más habituales.

(Foto: Redacción)


- El aceite de oliva, ¿virgen o virgen extra? Algunos de los que se nos venden como 'virgen extra' en el supermercado no lo son, quedándose simplemente en 'virgen'. Para evitar este fraude al consumidor, que permite a algunas marcas vender su aceite hasta un euro más caro por botella, la UE ha endurecido la normativa sobre el etiquetado.

- Demasiada carne de buey. En muchos restaurantes se ofrecen chuletones o hamburguesas de buey para seducir a la cliente carnívora. En realidad, se trata de piezas de vacas retiradas de la producción lechera y cebadas durante unos meses. La carne de auténtico buey casi no existe debido a lo caro de su producción.
(Foto: Redacción)

- El maravilloso 'kobe'. Otro buey, en este caso, el criado en la ciudad japonesa de Kobe ha ganado en los últimos años una fama bien merecida por la alta calidad de su carne. En los últimos tiempos abundan las hamburguesas de kobe en muchísimos restaurantes. Se calcula que casi el 80% de la carne que se ofrece no es auténtica.
(Foto: Redacción)

- Latas de conserva 'españolas'. A primera vista, nada hace pensar que haya algo raro en esa lata de bonito 'del norte' que estás a punto de comprar. La realidad es que por un lado está el nombre 'comercial' del producto y por otro el verdadero origen del mismo. Si miras la caja, es posible que te encuentres con que el pescado venga de costas lejanas...
 
- Azúcar moreno 'de bote'. Tan enrevesado que cuesta creerlo. Gran parte del azúcar moreno de caña que se vende en supermercados es, en realidad, azúcar blanquillo teñido con melaza para conseguir el color deseado. Para adquirir verdadero azúcar moreno, lo más razonable es acudir a un herbolario. Cambian incluso la textura y el sabor.
(Foto: Redacción)
- Jamón de bellota a precio de saldo. Uno de nuestros productos más emblemáticos tampoco se libra del fraude en el etiquetado. Hay que desconfiar de los jamones de bellota a precios irrisorios. Lo más seguro es que, no solo no sean de bellota, sino que, quizá, no sean ni ibéricos.

- Verduras 'de Navarra' made in China. Otro caso de deslocalización de la producción que puede suponer un fraude. Ojo con las latas de espárragos navarros o de pimientos del piquillo que, en realidad, provienen de China o de Perú, países en los que la producción resulta mucho más barata para las marcas.

- ¿Es el yogur realmente yogur? Nuestro yogur de toda la vida no resulta ya tan sencillo de encontrar. Echando un vistazo al etiquetado, nos encontraremos con la fórmula de 'postre hecho a base de leche fermentada' que no, no tiene las mismas propiedades que el yogur de toda la vida.

- Etiquetas bio y eco. Aunque la Unión Europea lleva años persiguiendo el fraude al consumidor a partir de productos que llevan las etiquetas 'bio' y 'eco' sin serlo realmente, conviene echar un vistazo al producto en cuestión. Muchos productores se toman la libertad de denominar así su marca para buscar un mejor posicionamiento o, directamente, venderlo más caro.

- Zumos ¿de naranja? Diversos estudios han demostrado que una gran parte de los zumos de naranja del mercado llevan mandarina. Además, todos deberían especificar si proceden de concentrado de zumo o de naranjas exprimidas, algo que no siempre se deja claro en la etiqueta.

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Fuente: http://es.tendencias.yahoo.com/blogs/oído-cocina

sábado, 22 de febrero de 2014

Trucos para engañar a los radares... ¿Funcionan?

Reportajes: Trucos radares. Trucos para engañar a los radares... ¿Funcionan?


 Reportajes: Trucos radares. Trucos para engañar a los radares... ¿Funcionan?

¿Te librarás de una multa si echas laca en la matrícula del coche? ¿Hay pegatinas que hacen "invisibles" los números de la placa? ¿Se puede "deslumbrar" al flash del radar? Te contamos los trucos más curiosos para "librarte" de las sanciones y te decimos si funcionan o si, por el contrario, te traerán problemas "extra".

Es de lógica: la forma más sencilla de evitar que el radar de tráfico "te cace" es respetar los límites de velocidad. Pero no son pocos los que han "ideado" métodos para intentar librarse de una posible multa. A continuación, hacemos una recopilación de las ideas más curiosas y te contamos si funcionan o si es peor el remedio que la enfermedad y tu bolsillo se resentirá.
  • Laca en la matrícula: la teoría dice que echar laca en la matrícula provocará que el flash del radar se refleje de tal forma que los números sean ilegibles. Es inútil; los modernos cinemómetros son inmunes a esta "técnica".
  • Doblar la placa, tenerla en mal estado o llevar un pañuelo junto a ella: es frecuente ver matrículas dobladas, medio tapadas o con un número o letra en mal estado, lo que impide la identificación del vehículo cuando es fotografiado. El método puede ser efectivo, pero, si un agente te para y lo descubre, serás responsable de una infracción grave castigada con una multa de 200 euros.
  • Colocar un CD en la bandeja trasera o cerca de la matrícula: otro de los mitos más populares afirma que el brillo emitido por el CD cuando capte el flash del radar dejará inservible la fotografía. Sentimos decirte que las cámaras sacarán perfectamente cada número y letra de tu placa.
  • NoPhoto: este invento norteamericano integra un par de flashes en el porta-matrículas. Un sensor detecta el disparo de la cámara del radar y, entonces, dichos flashes lanzan un destello de luz para evitar que la fotografía sea válida. La teoría es buena, pero la práctica, no tanto: la sincronización no se produce siempre, por lo que su efectividad queda en entredicho. Y tampoco es barato: cuesta más de 200 euros.
  • Los números "invisibles": desde Rusia proponen unos adhesivos con idéntica forma y color que las letras y cifras de tu matrícula; basta con colocarlos sobre ellos y serán inapreciables para las cámaras. Pues no; lo cierto es que la lectura de la matrícula es posible.
  • Inhibidores de radar: captan las ondas de los cinemómetros y emiten una señal de mayor frecuencia que los bloquea. Al coste de su compra e instalación –unos 1.000 euros–, suma 6.000 euros y la pérdida de 3 puntos del carné si lo descubren. Aunque aquí hablamos de "engañar" al radar, no nos olvidamos de los métodos "legales", como los avisadores –los detectores, antes permitidos, están prohibidos en la nueva Ley de Tráfico–. Estos dispositivos GPS tienen una base de datos que muestra dónde están los radares fijos y te avisa cuando te aproximas a ellos. Para evitar los radares móviles, respetar los límites de velocidad será la mejor opción.
Fuente: Autocasion.com

Comisiones por usar tarjetas de crédito y débito

Fuente: Yahoo
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Las comisiones de tarjetas enfrentan a consumidores y empresas con comercios


Madrid, 22 feb (EFE).- El límite que quiere establecer Europa a las comisiones interbancarias de los pagos con tarjetas de crédito y débito ha enfrentado a empresas de medios de pago y asociaciones de consumidores con los grandes comercios, que valoran de forma muy distinta su efecto sobre los bolsillos de los particulares.

La Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo (PE) mantuvo el jueves en el 0,3 % el tope propuesto por la Comisión para transacciones con tarjetas de crédito, en tanto que para las de débito se impuso un 0,2 % o un máximo de 7 céntimos de euro, la que sea más baja.
Estos topes, que entrarán en vigor previsiblemente en 2016, necesitan aún el visto bueno del pleno del PE y de los estados miembros, pero se han encontrado con el rechazo frontal de asociaciones de consumidores y empresas de medios de pago como VISA o Mastercard, en tanto que cuentan con el apoyo de las organizaciones de comerciantes.
En España, la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (ADICAE) lidera la oposición contra esta limitación de comisiones, ya que en su opinión ya ha quedado claro en aquellos países donde se han establecido estos límites -España, Australia o Estados Unidos- que los más perjudicados son los consumidores.

La bajada de tasas no beneficiará a los consumidores ni a los pequeños comerciantes, apunta ADICAE, que son los que sufrirían subidas de comisiones, en tanto que favorecerá al gran comercio y a la banca.