sábado, 3 de octubre de 2015

Dónde NO APARCAR en Burgos

He salido bastante mosqueado del aparcamiento de la Plaza Mayor de Burgos.

La empresa concesionaria se llama "Aparcamientos y Finanzas". Con eso ya estaría dicho todo. Pero es que además de las condiciones abusivas que tienen (como casi todos los demás del país), es un engendro de laberinto diseñado con bastante mala leche.

Hay que decir que hoy es sábado y fin de semana "cidiano" (*), es decir, había mucho movimiento de gente por el centro y, por supuesto, tráfico.

Se conoce que muchos hemos pensado hacer nuestros recados de última hora en el centro dejando el coche en el aparcamiento subterráneo de la Plaza Mayor por aquello de las prisas.

Después de entrar en la rampa de bajada, ya había cola. Imposible salir marcha atrás, cuesta arriba y en curva. Es posible que incluso tuviera enseguida otro vehículo taponándome el retorno. Así que hay que pasar por la barrera después de que te fotografíen la matrícula y te den el consabido tique.

La entrada ya es penosa. Los coches que salen tienen que compartir un buen trecho con los que entran, de modo que el tapón se hace mayor. Después de unos cinco minutos (que te los van a cobrar) te separas de los que quieren salir y consigues enfilar el pasillo que conduce a las plazas de aparcamiento. Ahí también hay cola.

Con un poco más de paciencia, llegas a la zona de aparcamientos. El primer sótano está completo. Tienes que recorrerlo de punta a punta para hacer un giro de 180ºC y volver, casi también de punta a punta, por otro pasillo, también completo, para alcanzar la rampa que conduce al segundo sótano.

Esta rampa es un poema por lo estrecha, por lo empinada y por lo retorcida.

Por fin consigo llegar al segundo sótano. Voy recorriendo de nuevo los pasillos y compruebo que no hay ni un sitio libre. Todo esto, con paradas continuas porque los demás vehículos que van delante también intentan encontrar sitio o, con suerte, han visto a alguien que salía y esperan a que salga para ocupar su lugar.

Después de este barrido decido que voy a salir, aunque no creo que me dejen salir sin pagar. Es la estafa de este lugar. Deberían darte un tiempo para buscar aparcamiento (digamos 10 minutos) que no te cobran, tanto si sales antes de que transcurran, como si decides aparcar. Sería un tiempo que te regalan (en realidad no) por el tiempo perdido buscando aparcamiento.

Dicen que desde que pagas hasta que pasas por la barrera de salida hay 20 minutos. Normalmente no hace falta tanto, ya que no es como cuando entras, que tienes que andar buscando aparcamiento. Por eso propongo que ese tiempo de 20 minutos se distribuya de la siguiente manera: gratis los 10 primeros minutos (15 si hay atascos) desde que entras. Y otros 10 minutos para sacar el vehículo.

No creo que esto dé lugar a la picaresca de meter el vehículo para hacer alguna gestión y sacarlo antes de los 10 minutos de gracia. No daría tiempo.

En cambio, puede servir para que, si un cliente cambia de opinión respecto a aparcar o no encuentra sitio, pueda salir "indemne" de la aventura.

Cuando me dirijo a la salida, ya con intención de abandonar el aparcamiento, aunque tenga que pagar por el tiempo perdido buscando plaza, observo que queda una pequeña zona entre una columna y la pared donde podría dejar mi vehículo. No tiene unas rayas pintadas que la habiliten como plaza de aparcamiento pero, ante la desesperación y el casi colapso de vehículos por todas partes, creo que no me van a reñir por ello, supuesto que alguien se percate.

Teniendo que bajarme por el lado del copiloto para ver qué distancia me queda por atrás, para no golpear a otro vehículo con la trasera del mío ni perjudicar con el morro de mi coche a otros que van por el pasillo, y después de varias maniobras, consigo meter el coche en un lugar que no molesta a nadie. Mi gozo en un pozo: no puedo salir del vehículo excepto si me paso a los asientos traseros y uso la puerta derecha. La columna impide la apertura de la puerta del copiloto y la pared la del conductor, por el otro lado. Apenas quedan 15 ó 20 centímetros a cada lado.

Nuevamente decido abandonar definitivamente el lugar. Avanzo por el pasillo de salida (sólo hay uno y está en el segundo sótano) y, al final, observo que queda otro lugar libre, aunque tampoco marcado como plaza, detrás de un todoterreno que también está aparcado de forma irregular en esa zona. Aparco allí y abandono por piernas el subterráneo.

Horror, ya son las 14:10 y todos los sitios de los alrededores están cerrados. No me ha servido de nada haber aparcado, salvo para perder tiempo, paciencia y dinero.

Vuelvo al vehículo, pero tengo que pasar por caja. No recuerdo el tiempo, pero sí el importe: 0,95 euros. WTF?

Así es la vida. Paga y calla. Al menos tenemos internet para protestar.

Para salir hay que subir al primer sótano y volver a pasar por el pasillo que sirve también de entrada  y que ya he comentado antes. Creo recordar que ahora ya no había atasco porque no entraban coches.

La barrera de salida no funciona. Está parada arriba. Un empleado se me acerca con la probable intención de decirme  que, de todos modos, meta el tique validado en la ranura. Me adelanto a sus deseos y se detiene a un par de metros de mi coche.

Por fin he salido. Ya no había tanto tráfico ni dentro ni fuera. Serían las 14:25.

¿A qué retorcido arquitecto se le ocurrió este aparcamiento?

Un lugar tétrico para no volver. Aunque, por desgracia, tendré que volver.

Lugar apto, eso sí, para los amantes de la aventura o con la paciencia de un santo.

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(*) Fin de semana "Cidiano": un finde al año que organiza el Ayuntamiento (creo) para estimular el comercio y el turismo con la excusa de celebrar mercados, actos, música, exhibiciones, etc. medievales y que la gente se vista con ropas de la época del Cid.

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